3.2. ¿Cómo utilizo la información seleccionada?
3.2.2. Plagio y copia literal de contenidos
El Diccionario de la Real Academia Española define plagiar como:
Copiar en lo sustancial obras ajenas, dándolas como propias.
Por lo tanto, la copia literal de contenidos o el uso de contenido sin citar su origen, su fuente o su autoría implica no cumplir la normativa de propiedad intelectual y las normas reguladoras de los derechos del autor.
La propiedad intelectual es el marco jurídico que protege los intereses de los autores, y el Código penal español recoge las sanciones por incumplimiento (delito) de esta ley y de los derechos de los autores.
Por internet, un gran volumen de información y contenidos circula libremente y de forma pública, para que todo el mundo tenga acceso a los mismos, pero este hecho no lleva implícito el uso libre de este contenido. Si hacemos una fotografía original y la subimos por ejemplo a Flickr, automáticamente somos propietarios y autores de la imagen, y nadie, sin permiso previo, puede utilizarla, modificarla o distribuirla.
El desconocimiento del concepto de plagio o de las leyes de propiedad intelectual puede llegar a ser delito de forma inconsciente o no intencionada. Además, el acceso abierto de internet a información y recursos de todo tipo puede confundir al usuario, puesto que interpreta que puede hacer un libre uso de ello.
Por lo tanto, una de las premisas básicas a la hora de utilizar un recurso localizado en la Red es que, si no se especifica lo contrario, el recurso tiene una autoría protegida y no podemos reutilizarlo sin permiso o bien sin citar su origen.
Se comete plagio en estos casos:
- Si utilizamos una fotografía para nuestra web que se ha localizado por internet.
- Si utilizamos frases o expresiones de un autor (la entrada de un blog también tiene autoría, aunque no se especifique) sin reconocimiento o permiso.
- Si se copia y/o se reutilizan imágenes, audios, vídeos, documento de texto, etc. con derechos de autor.
- No citar o hacer la referencia correctamente.
- No incluir comillas en las frases textuales de otro autor.
En definitiva, cuando utilizamos ideas u otros recursos que encontramos y no se cita el origen, se interpreta que es contenido propio y, por lo tanto, estamos cometiendo plagio.
No podemos calificar como plagio los actos o ideas considerados de conocimiento general y público de un determinado ámbito, como por ejemplo la teoría de la relatividad de Einstein, o bien, como es evidente, los contenidos o ideas propias.