1. Antes: ¿qué quiero encontrar?

1.7. ¿Dónde lo puedo buscar?

1.7.1. Buscadores

Ahora mismo, hablábamos de los motores de búsqueda o buscadores (Google, Bing, Yahoo!, etc.) como la herramienta más habitual para buscar y localizar información. Cuando escribimos una palabra para buscar, ponemos en marcha un proceso en el que centenares de millones de interacciones virtuales se activan para encontrar en décimas de segundo un resultado satisfactorio. Detrás de esta tecnología, hay tres procesos:

  1. Pequeños programas informáticos (bots) hacen un rastreo (crawling) constante de las páginas web de la Red y siguen los enlaces que encuentran.
  2. Durante el rastreo, el motor indexa, codifica y ordena los archivos encontrados utilizando las palabras clave. De este modo, la investigación se hace sobre material ordenado, lo que facilita enormemente la localización rápida.
  3. Los algoritmos de los motores ordenan las páginas por su relevancia (que viene determinada por el número de visitas, la fecha de publicación, los enlaces de referencia externa, etc.), y muestran en lo alto de la lista de resultados las que considera que son más importantes. Los programadores de las páginas web procuran sobre todo que sus lugares estén en las primeras posiciones, para tener más visibilidad y presencia. Esta interferencia (a menudo, a cambio de dinero) puede hacer que los primeros resultados no sean siempre los más pertinentes y los de más calidad. Será necesario que no nos dejemos llevar solo por el orden de aparición, y que contrastemos la información con otros resultados.